Mis saberes previos sobre las diversas modalidades de atención a la primera infancia.
Según la ley Nacional de Educación, el Estado posee la
responsabilidad de universalizar los servicios educativos para las niñas
y niños, priorizando el acceso y permanencia de los sectores menos
favorecidos de la población en los ámbitos educativos. Esto asume, entre
otras cosas, la creación de escuelas y recursos que posibiliten el
cumplimiento de la misma.
Sin embargo, debido a la situación socio-económica del país, solo un
pequeño porcentaje puede acceder a este servicio. Por esta razón, surge
la necesidad de proponer y llevar a cabo modalidades alternativas de atención a la primera infancia que estén disponibles para distintos sectores de la población.
Dichas modalidades abarcan todos los procesos educativos y las formas
de auto aprendizaje que se generan fuera de los establecimientos
educativos creados con dicho fin. A su vez, son más flexibles,
participativas y pertinentes culturalmente.
Para las mismas, las familias constituyen una red protectora para el
cuidado y desarrollo de los niños; por tal, es que consideran que su
participación es una condición fundamental.
Como ejemplo de estas alternativas de atención a la primera infancia,
voy a desarrollar tres de ellas que se llevan a cabo en la Ciudad de
Buenos Aires: Los Centros de Primera Infancia (CPI), Los Centros de
Actividades Infantiles (CAI) y las Juegotecas Barriales.
Los Centros de Primera Infancia (CPI) son espacios
cuyo objetivo es garantizar el desarrollo saludable de niñas y niños de
45 días a 4 años en situaciones desfavorables. El ingreso en el Centro
de Primera Infancia se define por las diferentes singularidades de cada
historia social, teniendo en cuenta el nivel de Vulnerabilidad Social
del grupo familiar. Esta evaluación se lleva a cabo por el trabajador
social de cada Centro de Primera Infancia.
Los Centros ofrecen jornada completa de 8 horas, un ambiente propicio
y saludable, actividades de aprendizaje, nutrición adecuada (a través
de un menú nutricional conforme a las necesidades de los niños y niñas,
brindando desayuno, almuerzo y merienda), estimulación temprana,
promoción de la salud, abordaje social de la familia, talleres a las
familias y actividades lúdico-recreativas, entre otros beneficios.
Actualmente, hay más de cuarenta CPI funcionando adecuadamente.
Por otra parte, Los Centros de Actividades Infantiles
(CAI) nacen dentro del marco de un proyecto nacional y desde julio del
2010 desembarcan al ámbito de la Ciudad dentro del Programa Club de
Jóvenes y de Chicos/Centros Infantiles del Ministerio de Educación del
Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires. Estos centros infantiles son
espacios en donde esperan y albergan a las niñas y los niños; que están
diseñados especialmente para recibirlos junto con cada uno de los
docentes, talleristas y adultos que conforman el programa.
Ofrecen una diversidad de actividades relacionadas con el arte, los
juegos deportivos, las ciencias y las nuevas tecnologías que conducen a
la experiencia compartida, contribuyendo a la ampliación y valorización
de la cultura de su entorno. Asimismo, generan acciones socioculturales y
comunitarias que contribuyen a fortalecer y estrechar los lazos entre
la escuela, las familias y la comunidad.
Están destinados a niñas y niños de 3 a 5 años de edad y no cuentan
con requisitos de acceso. La inscripción se lleva a cabo todo el año en
dichas sedes.
Finalmente, las Juegotecas Barriales son lugares
dedicados a actividades lúdicas creativas con el objetivo de contribuir
al desarrollo integral de los niños y las niñas. Su grupo poblacional
son niños y niñas de 3 a 13 años y ofrecen los siguientes Las Juegotecas
ofrecen los siguientes servicios:
Actividades a través de juegos, campamentos y salidas recreativas,
alimentación (desayuno o merienda según el turno), talleres para madres y
padres, actividades y eventos callejeros con organizaciones barriales.
En la actualidad, se registran 19 juegotecas distribuidas por la ciudad.
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