Conferencia magistral de Graciela Frigerio "Educar en tiempos que corren: Reflexiones acerca del oficio"

El día jueves 12 de octubre del presente año, la Organización Mundial para la Educación Preescolar celebró el Día Mundial de los Docentes ofreciendo una conferencia gratuita de Graciela Frigerio en el Colegio Público de Abogados. 

En la misma, la doctora en Ciencias de la Educación por la Universidad de París habló de infancias y de vidas, de las nuestras y las ajenas. Ella hizo mención a la profesión docente como una labor en la que influyen, intervienen y se transforman vidas. "Educar es sostener unos intentos" afirmó y dijo que un intento consistía en crear un espacio donde se pueda respirar. 
Así como sostuvo que educar tiene que ver con intentar y asegurarse ensayos, también expresó que hoy en día hay tiempos escasos de conversación; y que la misma requiere una disponibilidad a dejarnos conmover, tal como sucede en la educación. "Es imposible educar sin dejarse conmover por el otro" declaró de forma muy fehaciente. 

Graciela Frigerio organizó la conferencia en distintos "fragmentos" y explicó que tomó la idea del "Friso de la vida" expuesta en el libro "Cuadernos del alma" de Edward Munch. 
El primer fragmento expuso la idea de educar como filosofía del tiempo, como una acción que significa cuando ya pasó. También mencionó a Winnicott, quien habla del SER, del ser que nace de la relación. Ella comentó en un momento del peso que cae sobre los recien nacidos y dijo que "Cuando uno llega al mundo se encuentra con un pasado saturado de pretensiones y un futuro saturado de programas."

En otro de sus fragmentos, la especialista expresó su preocupación por el malestar que hay dentro de la escuela y comunicó que "El ser hombre es un aprendizaje sobre la marcha y que para eso hace falta una disponibilidad para correr riesgos." Este pensamiento lo vinculó con la Educación declarando que "educar tiene que ver con poner un riesgo y permitir que el niño nazca, es decir, darle palabras y no hablar en nombre de los sin voz." 
Más adelante, habló de que el educador es quien persevera en el intento, quién se zambulle y trata de sacarnos a flote; aunque también hay quienes tratan de hundirte. Y dijo que un educador no puede dejar de creer en que puede cambiar algo. 
Esta última frase quedó resonando en mi mente por mucho tiempo. Realmente creo que apostar por un cambio favorable es casi una condición necesaria para trabajar en la educación. O por lo menos para mí, ese es el motor que me impulsa a elegir esta profesión día a día. 

Sin duda, fue una conferencia muy enriquecedora, que invitó a más de una reflexión. 


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